lunes, 11 de marzo de 2013

El significado del cinturón negro en las artes marciales


En la historia europea, y especialmente en la historia inglesa, un hombre de gran valor y dignidad, que se destacaba tanto en el campo de batalla como en su vida social de relación, era premiado con el título de caballero. Esta designación implicaba que su receptor era un hombre de honor y que además poseía una gran habilidad en el combate

En Japón, este tipo de hombre era denominado Samurai, siendo objeto de gran atención y respeto.


En esas épocas, tanto Inglaterra como en Japón constituían estados feudales en los que los caballeros y samurais eran productos puros indispensables de las condiciones sociales en las que se vivía, situación que hoy día no subsiste. Sin embargo, el deseo de alcanzar un gran nivel en un Arte Marcial, en autodisciplinarse y en la defensa personal, aún persiste.


Actualmente, el hombre se esfuerza en un Arte Marcial, intentando alcanzar el cinturón negro, como resultado de un aprendizaje para combatir. No obstante, en la misma medida en que progresa en su entrenamiento, se vuelve más consciente de un fuerte impulso: el de moldearse a sí mismo, transformándose en una mejor persona, no solamente poseedora de una gran habilidad en el combate, sino también de dignidad y honor.


Tradicionalmente, éstos han sido siempre los objetivos de un estudiante de Artes Marciales.


El cinturón negro es una recompensa otorgada al caballero actual o al moderno samurai, que ha sacrificado muchas horas disciplinando su mente y agotando su cuerpo, en el intento de alcanzar el máximo desarrollo físico y mental posibles. El cinturón negro es el símbolo de un experto.


Inicialmente, el sistema de grados fue establecido como una serie de niveles con los que el estudiante podría evaluar su progreso, y el primer cinturón negro alcanzado es conocido como Shodan, el primer grado, el paso inicial de esos niveles.


El Shodan significa que el estudiante domina los fundamentos del Arte, y está ahora preparado para recibir un entrenamiento más avanzado; si continúa practicando, podrá optar a otros danes, indicativos de su progreso. [...]


Cada karateka debería saber que el cinturón negro no es un regalo, sino un objetivo y un símbolo de la realización de un gran esfuerzo, dentro de un sistema de grados de la máxima calidad, del que se beneficia el estudiante y el Karate en general.

Esta interpretación de los danes debería instilar un sentimiento de orgullo a quien recibe un Dan a través de un entrenamiento riguroso.


Los caballeros y los samurais de antaño evitaban todo acto que pudiera empañar o poner en tela de juicio su honor. ¿Desean los Sensei y cinturones negros modernos tener una actitud diferente a la de ellos, respecto de su propio honor?


(Hidetaka Nishiyama)